Personas sin nombre
sin cara.
Y la plaza se llena de ellos
entre el frío
de los colores.
Es la plaza de las historias
es la fiesta del nada.
Mientras la gente
sin cara se pasea.
Nadie piensa
nadie dice.
Tal vez miren
tal vez esperen.
Y sus almas quietas
son inertes siluetas,
quizás aguardando
que mi mente diga sus nombres
a golpe de letras,
de historias
de recuerdos
y desengaños.
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